Las alturas te hacen pensar (Daniel)

El aburrimiento termino haciendome salir de casa con un poco de apoyo de las peticiones de mi hermano. Nunca me consiere a mi misma una persona tranquila, de heco solo estar sentada en un mismo lugar era suficiente para sacarme de mis casillas.

Durante 2 horas que pase inmovilizada frente al televisor Daniel comenzo a bombardearme "disimuladamente" sobre lo divertido que seria ir a correr un rato por el bosque con nuestras apariencias licantropas, pasado un minuto exacto de terminar me levante con gran velocidad y tome mi chaqueta del perchero.

-¿Nos vamos?- fue mi manera de responer sin tener que decir alguna cosa tonta como "esta bien".

Aun cuando nos encontrabamos de camino al bosque por alguna razón me dirigi instintivamente al acantilado y asi fue que despues de correr durante un rato termine frente la que seguro era una caida larga y dolorosa, lo que me parecia curioso eran mis ganas de sentir dolor con una forma lobuna.

Para ser gemelos yo y destinity siempre fuimos muy diferentes, casi opuestos en lo que se refiere a nuestros gustos, aunque en otras cosas podiamos figurar ser como 2 gotas de agua.

Desde que llegamos a La Push mi querida hermana no habia querido salir a explorar ni una sola vez culpando al clima, a mi no me parecia malo, sabia que despues de un tiempo se acostumbraria pero no podia soportar verla aburrida y deprimida todo el tiempo frente al televisor asi que decidi que aunque me costara unos buenos arañasos conseguiria sacarla y hacerle pasar un buen rato en nuestro nuevo hogar.

Despues de 2 horas de insistir consegui que accediera a ir al bosque conmigo, lo que me alegro a mas no poder, lo que me causo mas gracia fue su forma tan energetica de actuar aun cuando un segundo antes estaba aplastada en el sillón.

-Como desee princesa- Respondi con una sonrisa mientras tomaba mi sueter, a decir verdad me sorprendio que Destinity tomara su chaqueta, lo normal en ella hubiera sido que me respondiera: nos vamos a transformar en lobos ¿para que quieres chaqueta?, sin pensar en el frio que haria a nuestro regreso.

Todo marchaba bien hasta que en cierta parte del camino mi querida hermana se giro hacia otra dirección que si no mal recordaba era la del acantilado.

Note como poco a poco su velocidad aumentaba y pasados unos segundos la perdi de vista entre los arboles mientras su rastro tambien se expandia, no pude hacer mas que sentir agradecimiento a mi licantropia pues de no ser lobo la hubiera perdido facilmente. Aun asi me faltaba buen tramo de camino para alcanzarla aun lo que era obvio era que iria al acantilado.

No podia dejar de observar como el agua azotaba contra las rocas del acantilado al mismo tiempo que sentia las salpicaduras en mi nariz, no podia evitar pensar que sentia el agua al azotar con tanta fuerza contra una superficie tan dura.

Comenze a acercarme cada vez mas a la orilla del acantilado comenze a aspirar el aire salino hasta que comenze a imaginarme nadando entre las frias aguas envuelta en una extraña calidez. Despues de sacudir un poco mi cabeza comenze a buscar a Daniel, en mi opinión ya se habia tardado y si no se daba prisa empezaria con la diversión yo sola.

Al parecer Destinity tenia mucha prisa, pues me dejo atras por casi 1 kilometro, segun ella no queria salir y ahora resultaba que estaba más emocionada que yo.

Despues de un par de minutos comenze a divisarla, lo que pude ver fue a una gran y preciosa loba blanca a la orilla el acantilado inclinada de una forma peligrosa. No dude ni un segundo y aumente mi velocidad y cuando estaba a menos de un metros me transforme en humano para sujetarla por detras, conocia bien a mi hermana y la clase e cosas que podia hacer cuando estaba aburrida.

-!No vuelvas a darme esos sustos lobita traviesa!, !Casi me provocas un ifarto!, !¿Que creias que estabas haciendo?!-No podia dejar de gritar con un tono serio, sabia que por más que intentara regañarla nada iba a cambiar y que el día de mañana haria algo igual o peor, tambien tenia en cuenta que no podia enojarme con esos ojos de cachorrita a medio morir que me hacia cuando la regañaba.

Seguia observando las olas azotar contra el acantilado cuando comenze a olfatear con mas fuerza a mi hermano, cuando estaba por voltear senti como alguien me sujetaba fuertemente por detras y me jalaba hacia el alejandome del acantilado, lo siguiente que vi fue una cara preocupada y una boca que no paraba de gritarme.

-Solo observaba las olas- Fue lo primero que respondi al recuperar mi forma humana -Quizas me acerque un poquito pero te juro que no iba a acer nada malo- Utilize mi cara especial para convencerme de que Daniel no iba a castigarme, como mi gemelo el conocia mejor que nadie lo que yo más odiaba y si el pensaba que me habia ganado una reprimenda no dudaria en usar eso en mi contra como el sobreprotector hermano que era.

No podia hacer más que agraecer mi suerte de que no pudiera leer mis pensamientos, de lo contrario no hubiera sido facil evadirlo.

Pese a mi agitación pude controlarme, crei en las palabras de Destinity porque sabia bien que decia la verdad hasta cierto punto, era probable que solo estuviera viendo las olas pero conociendola otro punto de su cabeza pensa en algo mas, algo que no me diria.

-Bueno, dejando de lado eso... ¿te arrepientes de haber venido?- Pregunte con una sonrisa en el rostro esperando verla admitir la verdad aun si era de una forma indirecta.

Poco a poco me di cuenta de que Daniel se iba relajando, no pude evitar pensar en la regañiza de la que me habia salvado, una que podria haber durado horas y horas en las cuales solo moveria mi cabeza afirmativamente ignorando por completo sus palabras preguntandome cuanto tiempo más pasaria antes de que sus labios dejaran de moverse. Amaba a mi hermano, pero cuando se enojaba era insoportable.

¿Arrepentirme? Realmente no, aunque tampoco pretendia contestar con honestidad, seria como decirle "Porsupuesto que no, soy una tonta necia que deberia de escuchar tus maravillosas sugerencias todo el tiempo querido y adorado maestro Daniel@ y esas palabras definitivamente nunca saldrian de mi boca, por lo que definitivamente debia utilizar mi arma de defensa contra preguntas Danielisticas- Talvez, algo- en cierta forma no era del todo falso, al fin y al cabo casi habia recibido un regaño.